TRATA DE ENCONTRARLE UN SENTIDO

Una buena idea para motivarte a estudiar es entender que todo lo que estás estudiando tiene un sentido. Tómate tu tiempo para leer a conciencia y te darás cuenta que todos los temas se interconectan entre sí. Esto hará que proceses mejor la información y puedas razonarla.

CREA UNA RUTINA DE ESTUDIO

Coloca un horario de estudio, te servirá para poder adquirir conocimientos progresivamente. De esta manera, cuando llegue el día del examen no tendrás que pasar largas horas incorporando contenido, simplemente podrás sentarte y repasar todo lo que has aprendido hasta el momento.

Te recomendamos que elijas el horario en el que sientas que más alerta. De esta forma te será más fácil concentrarte.

CORTA LOS TIEMPOS DE ESTUDIO

Muchos estudios han demostrado que las personas tienen más facilidad para asimilar información que les llega como ráfagas cortas y repetidas. Es por eso que lo ideal es realizar bloques de estudio de no más de cuarenta minutos. De esta forma lograrás mantener tu atención por más tiempo durante el día.

MANTÉN ALEJADAS LAS DISTRACCIONES

Cada vez que te sientes a estudiar deja tu celular y tu computadora en otra habitación. Así evitarás tentarte de abrir tus redes sociales. Piensa que, si sigues el t anterior, solo serán cuarenta minutos de concentración.

PREPARA TODO TU MATERIAL DE ESTUDIO ANTES

Mantén todos tus libros y apuntes preparados antes de comenzar. Esto no solo evitará que tengas que levantarte y distraerte, sino que, además, tener todos tus elementos a mano hará que tus horas de estudio sean más eficientes.

PONTE METAS DE ESTUDIO

No pretendas estudiar todo de un tirón. Elige un tema, estúdialo y al otro día repasa ese tema y comienza uno nuevo relacionado al tema anterior. Organizar información relacionada entre sí es mucho más fácil que estudiar piezas sueltas.